Lewis es un inteligente muchacho de doce años que tiene en su haber una sorprendente lista de ingeniosos inventos. Su último y más ambicioso proyecto es el scaner de Memoria, una máquina que le ayudará a encontrar a su madre biológica y volver a tener una familia. Pero antes de encontrarla, el malvado Bowler Hat Guy y Doris, su diabólico e inseparable sombrero, le roban su invento. Pero Lewis no pierde la esperanza y conoce a un misterioso muchacho llamado Wilbur Robinson, que propone a nuestro desconcertado héroe un viaje en el tiempo para pasar un día con la excéntrica familia de Wilbur. En un mundo repleto de coches voladores y ciudades flotantes, se empeñarán en dar caza a Bowler Hat Guy, salvarán el futuro y desvelarán el sorprendente secreto de la familia Robinson.
Este es el argumento de la próxima película de Disney, “Descubriendo a los Robinsons”, que llegará a los cines el 30 de marzo. Unos días antes, he tenido la suerte de poder verla. Y digo suerte, porque en verdad, es una película con muchos aciertos para poder tener un buen resultado en taquilla, algo que Disney lleva buscando años sin demasiada fortuna.
Estéticamente, la película es impecable, una animación en 3 dimensiones que sigue la estela comenzada con “Chicken Little” o “Salvaje”. Los personajes, los escenarios, y los efectos son muy muy atractivos. A destacar las ranitas, son la caña. La banda sonora… bueno… he repetido en varias ocasiones mientras veía la peli “no me gusta esta canción”. Y es que Disney hace tiempo que dejó de hacer películas musicales. Aquí hay música, efectos y un par de canciones, que no pasarán a la historia de las bandas sonoras pero que cumplen su función.
La historia es original, algo previsible en algunos aspectos y sorprendente en otros. Hay acción, humor, aventuras y mucha mucha ternura. Lo malo… precisamente la historia, y la manera de contarla, hace que, una vez más, no sea una película para niños. Hay 10 minutos del filme que suprimiría por completo, en cuestión de minutos nos presentan a un montón de personajes, nos pretenden hacer gracia… y sólo consiguen descolocar al espectador. Yo, desde luego, años atrás, no hubiera entendido esta parte de película y quizás la totalidad de la misma.
La historia es original, algo previsible en algunos aspectos y sorprendente en otros. Hay acción, humor, aventuras y mucha mucha ternura. Lo malo… precisamente la historia, y la manera de contarla, hace que, una vez más, no sea una película para niños. Hay 10 minutos del filme que suprimiría por completo, en cuestión de minutos nos presentan a un montón de personajes, nos pretenden hacer gracia… y sólo consiguen descolocar al espectador. Yo, desde luego, años atrás, no hubiera entendido esta parte de película y quizás la totalidad de la misma.
La película guarda un mensaje muy bonito, que es la frase que corona este post, “Sigue siempre adelante”. No desvelo nada más, pero los amantes de Walt Disney, serán sorprendidos al conocer el origen de esta “moralina”. Por cierto que los fans de Raphael, si es que los hay, también tienen un minuto de gloria.
Desconozco el resultado que “Descubriendo a los Robinsons” pueda tener en taquilla. De un tiempo a esta parte la taquilla no es nada generosa con Disney, creo que tendrá un éxito justo como para cubrir gastos, crear un poquito de ruido y mucho merchandising, pero que no pasará a la historia de los estudios más famosos de animación de todos los tiempos. Disney sigue buscando recuperar su época dorada, y en Robinsons no hay princesas para ello. En cualquier caso, si os gusta Disney, la animación, y una historia tierna original, os recomiendo la película sin dudas.