Bienvenidos, de nuevo, a la magia Disney. Siento decir que el intento de la factoría por devolvernos a la magia de las princesas con “Tiana y el Sapo” no me dejó, en absoluto, un buen sabor de boca. Pero ahora, después de ver “Enredados”, puedo decir bien alto que Disney, el de siempre, ha vuelto.
Y es que “Enredados” supone un regreso a las historias de Princesas y de amor que tantas alegrías ha dado a la factoría a lo largo de los años. Pero, además, lo hace con la maestría de dominar un 3D que nos transporta al mundo fantástico de Rapunzel.
“Enredados” tiene todos los ingredientes para pasar a la historia como una de las grandes producciones de Disney: una animación impecable, una banda sonora exquisita, una canción central que evoca a grandes clásicos como “Un mundo ideal” o “Es la noche del amor”, unos personajes adorables, un mala malísima con una personalidad tan definida y tan fuerte que acabas por cogerle cariño, amor, humor, aventura, intriga… Nada de lo que he visto en “Enredados” me ha sobrado, y nada me ha faltado.
“Enredados” te deja ganas de más, de volver a ver la historia, de vivir en la torre con Rapunzel, de ser un vecino más del pueblo de la joven, de cantar con Flint y Rapunzel en la barca, de soltar farolillos al aire…
Quizás os parezca una crítica excesivamente buena, pero, de verdad, “Enredados”, merece una gran nota. La taquilla americana ha respondido bien a esta película, y estoy convencido de que España también responderá. La película lo merece.
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