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sábado, 8 de marzo de 2008

Ahora toca recordar…"La Bella y la Bestia"


“La Bella y La Bestia”, el clásico que Walt Disney nos preparó para el año 1991, es aún hoy, para muchos, la mejor película de la factoría. La historia de amor entre Bella y Bestia, más allá de la apariencias físicas, y en la compañía de personajes tan singulares como Lumiere, Din Don, Gastón o la Sra. Pots… caló hondo en los corazones de millones de espectadores en todo el mundo. No en vano recaudó en sus siete primera semanas, y sólo en Estados Unidos, más de 142 millones de dólares.

La bella y la Bestia gustó por igual al público y a la crítica, consiguiendo seis nominaciones a los premios Oscars, de los que finalmente se quedaría con 2, Mejor Canción y Mejor Música Original. Eso sí, fue la primera película de animación que optó al Oscar en la categoría de Mejor Película. Además recibió 3 Globos de oro y 2 Grammys. La Bella y la Bestia fue todo un descubrimiento para los críticos, pues se demostró que el cine de dibujos animados aún tenía mucho que ofrecer. En realidad, muchas de las técnicas son iguales a cualquier otra película de personajes reales, con movimientos de cámara sobrevolando las cabezas de los protagonistas y un empleo soberbio del gran angular. En ciertos momentos es fácil olvidarse que estamos viendo unos aparentemente sencillos dibujos, impresión más acentuada cuando escuchamos una de las mejores bandas sonoras de los últimos años. Dicha banda sonora fue creada por el gran Alan Menken.

La producción de “La Bella y la Bestia” duró tres años, y requirió el trabajo de casi 600 animadores que realizaron más de 226 mil celuloides pintados individualmente, 14 diseñadores de arte que crearon los más de 1300 fondos. Para diseñar a Bella se intentó crear una heroína Disney distinta a lo habitual con un aspecto más europeo. Bella, inspirada en la modelo Sherri Stoner, tenía unos labios más gruesos, unas cejas más oscuras y los ojos de menor tamaño que Ariel, la “heroína” de “La Sirenita”. Para la Bestia se tomaron como modelos la melena de un león, la barba y la cabeza de un búfalo, los colmillos y el hocico de un jabalí, la cara de un gorila, las patas y la cola de un lobo y el cuerpo grande y pesado de un oso. Para conseguir que los movimientos de los personajes, y en especial los de la Bestia, parecieran reales, los dibujantes asistieron incluso a clases de vals para recrear la famosa escena del baile.

Nuevamente la maestría de sus guionistas nos meten simultáneamente en un mundo de fantasía, terror, maldad y amor, hábilmente entremezcladas para que no haya opción al aburrimiento. Y Disney no olvida la habitual moralina de sus películas, en este caso cantada habilmente con la célebre frase “la belleza está en el interior”.

“La Bella y la Bestia” ha dado lugar al habitual merchandising y productos derivados de todo éxito Disney, incluyendo una versión teatral en forma de musical que también ha triunfado en España.


La Bella y La Bestia pasará a la historia como una de las mejores películas, no solo de Disney, sino del cine en general. A mi padre le encanta… jeje.

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